Vic
Mirando por el visor
Viajando voy, viajando vengo...por el camino fotos voy haciendo...
Con esta pequeña adaptación de la famosa canción que compuso Kiko Veneno allá por el 79 si no recuerdo mal, os invito a todos a contar vuestras salidas fotográficas, vuestros viajes a esos destinos que os ha resultado interesante, esos proyectos de fotografía que se realizan con la excusa de viajar o que se planifican a conciencia de forma expresa y que conlleva el desplazamiento fuera de nuestra maravillosa isla.
Me consta que tenemos en el Foto Club grandes viajeros y mejores fotógrafos, pues aunar estas dos aficiones/pasión es algo que casi van de la mano, para hacer fotografía hay que moverse, salvo que sea de estudio, se entiende. Por eso y aprovechando este inicio de post también se pueden ir subiendo fotos de esos viajes en el apartado correspondiente.
No cabe duda que viajar es uno de los grandes recursos con los que podemos contar y, si te gusta la fotografía el reto de ese viaje se maximiza aún más. Es apasionante la preparación de un viaje, el cual empieza creo yo desde el mismo momento en el que en tu mente salta ese resorte a modo de avisador que te dice: "Recuerda que ese lugar está ahí esperándote". Es justo cuando ese viaje ha comenzado.
Lo maravilloso de la fotografía es que engloba un amplio abanico de disciplinas juntas sin que nos demos cuenta o que a priori no seamos muy conscientes de las mismas. Debes ser ordenado, metódico, debes hacer labor de investigación y documentación, conocer el equipo que llevas y saber viajar ligero, entre muchas cosas más.
Hay tantos destinos que podríamos estar toda la vida viajando, ojalá eso pudiera ser así, seguro que pensáis más de uno, por eso hay que saber elegir el destino, saber el tipo de fotografía que se hace o que se piensa hacer y comenzar a organizarlo todo.
A mí me gustan los viajes de aventura, principalmente a lugares poco cálidos, soy mas de frío la verdad y de mal tiempo que justo lo contrario.
He realizado algún que otro viaje intentando realizar fotografía durante los mismos, aunque fue en mis inicios en el mundo fotográfico y el resultado no fue como es lógico todo lo afortunado que hubiera querido. Me gusta la fotografía de naturaleza por mi carácter y relación con la misma, los grandes espacios naturales me apasionan del mismo modo que lo hace cuando la fuerza de la naturaleza está en su máximo esplendor, como esos potentes días de Tramontana en rudos días de invierno los cuales aprovecho cual buen temerario para ir a disfrutar de su plenitud a esos lugares significativos de la costa norte de Menorca, soy así, quizá algo raro, pero me encanta ir a ver estos fenómenos naturales y, si están acompañados de tormenta eléctrica aún mejor.
No puedo dejar de mencionar el viaje que realizamos con nuestras motos Carlos y yo desde Menorca hasta Ulán-Bátor (Mongolia) y vuelta atravesando toda Rusia y recorriendo países tan increíbles como Kazastán, Uzbequistán, Kirjistán u otros mas cercanos como Lituania, Letonia o Polonia. Es cierto que no fue un viaje propiamente fotográfico, fue un viaje de moto aventura recorriendo miles de kilómetros atravesando países maravillosos e inmensos pero durante el cual sí tuvimos ocasión de realizar fotos, fotos propias de este tipo de viajes, pues el programa, por así llamarlo del viaje, nos obligaba a realizar muchas horas de moto para recorrer las grandes distancias que separaban unos sitios de otros. El equipo era la antigua Nikon de Carlos y en mi caso yo llevaba una Canon, de la cual hay una buena anécdota y que contaré en otra ocasión, pero dio paso a que me cambiara a Nikon. Fue un viaje épico para ambos, que nos marcó en lo mas profundo y que nos unió en una amistad a prueba de todo, estrechó nuestro vínculo personal y en mi caso, fomentó la fotografía hasta el día de hoy, gracias en gran parte a él.
Logicamente no es lo mismo un viaje de estas características que un viaje fotográfico al uso, de los cuales alguno sí he llegado a realizar, como Lisboa, una ciudad que me gusta mucho recorrer cámara en mano, de grandes contrastes, colorida en partes y decadente en otras pero siempre acogedora y abierta a ser vista con la mirada que escudriña el fotógrafo vivaz, el que cuestiona y el dispara atento siempre a todo lo que ocurre a su alrededor.
Los viajes sin duda son para vivirlos, pero como dice Carlos en términos fotográficos son para sufrirlos también en una mezcla de pasión, tesón, esfuerzo, búsqueda, mientras te embarga esa sensación de satisfacción por estar haciendo lo que verdaderamente quieres mientras una leve presión te atenaza por obtener un buen trabajo.
Vamos a ver si entre todos podemos exponer esos viajes que nos han marcado o eso viajes que tenemos previstos realizar en algún momento aunando las dos cosas, el propio viaje y su excusa para fotografiarlo o viceversa.
De postre os dejo una foto que llevo grabada a fuego en el corazón:
Saludos cordiales.
Con esta pequeña adaptación de la famosa canción que compuso Kiko Veneno allá por el 79 si no recuerdo mal, os invito a todos a contar vuestras salidas fotográficas, vuestros viajes a esos destinos que os ha resultado interesante, esos proyectos de fotografía que se realizan con la excusa de viajar o que se planifican a conciencia de forma expresa y que conlleva el desplazamiento fuera de nuestra maravillosa isla.
Me consta que tenemos en el Foto Club grandes viajeros y mejores fotógrafos, pues aunar estas dos aficiones/pasión es algo que casi van de la mano, para hacer fotografía hay que moverse, salvo que sea de estudio, se entiende. Por eso y aprovechando este inicio de post también se pueden ir subiendo fotos de esos viajes en el apartado correspondiente.
No cabe duda que viajar es uno de los grandes recursos con los que podemos contar y, si te gusta la fotografía el reto de ese viaje se maximiza aún más. Es apasionante la preparación de un viaje, el cual empieza creo yo desde el mismo momento en el que en tu mente salta ese resorte a modo de avisador que te dice: "Recuerda que ese lugar está ahí esperándote". Es justo cuando ese viaje ha comenzado.
Lo maravilloso de la fotografía es que engloba un amplio abanico de disciplinas juntas sin que nos demos cuenta o que a priori no seamos muy conscientes de las mismas. Debes ser ordenado, metódico, debes hacer labor de investigación y documentación, conocer el equipo que llevas y saber viajar ligero, entre muchas cosas más.
Hay tantos destinos que podríamos estar toda la vida viajando, ojalá eso pudiera ser así, seguro que pensáis más de uno, por eso hay que saber elegir el destino, saber el tipo de fotografía que se hace o que se piensa hacer y comenzar a organizarlo todo.
A mí me gustan los viajes de aventura, principalmente a lugares poco cálidos, soy mas de frío la verdad y de mal tiempo que justo lo contrario.
He realizado algún que otro viaje intentando realizar fotografía durante los mismos, aunque fue en mis inicios en el mundo fotográfico y el resultado no fue como es lógico todo lo afortunado que hubiera querido. Me gusta la fotografía de naturaleza por mi carácter y relación con la misma, los grandes espacios naturales me apasionan del mismo modo que lo hace cuando la fuerza de la naturaleza está en su máximo esplendor, como esos potentes días de Tramontana en rudos días de invierno los cuales aprovecho cual buen temerario para ir a disfrutar de su plenitud a esos lugares significativos de la costa norte de Menorca, soy así, quizá algo raro, pero me encanta ir a ver estos fenómenos naturales y, si están acompañados de tormenta eléctrica aún mejor.
No puedo dejar de mencionar el viaje que realizamos con nuestras motos Carlos y yo desde Menorca hasta Ulán-Bátor (Mongolia) y vuelta atravesando toda Rusia y recorriendo países tan increíbles como Kazastán, Uzbequistán, Kirjistán u otros mas cercanos como Lituania, Letonia o Polonia. Es cierto que no fue un viaje propiamente fotográfico, fue un viaje de moto aventura recorriendo miles de kilómetros atravesando países maravillosos e inmensos pero durante el cual sí tuvimos ocasión de realizar fotos, fotos propias de este tipo de viajes, pues el programa, por así llamarlo del viaje, nos obligaba a realizar muchas horas de moto para recorrer las grandes distancias que separaban unos sitios de otros. El equipo era la antigua Nikon de Carlos y en mi caso yo llevaba una Canon, de la cual hay una buena anécdota y que contaré en otra ocasión, pero dio paso a que me cambiara a Nikon. Fue un viaje épico para ambos, que nos marcó en lo mas profundo y que nos unió en una amistad a prueba de todo, estrechó nuestro vínculo personal y en mi caso, fomentó la fotografía hasta el día de hoy, gracias en gran parte a él.
Logicamente no es lo mismo un viaje de estas características que un viaje fotográfico al uso, de los cuales alguno sí he llegado a realizar, como Lisboa, una ciudad que me gusta mucho recorrer cámara en mano, de grandes contrastes, colorida en partes y decadente en otras pero siempre acogedora y abierta a ser vista con la mirada que escudriña el fotógrafo vivaz, el que cuestiona y el dispara atento siempre a todo lo que ocurre a su alrededor.
Los viajes sin duda son para vivirlos, pero como dice Carlos en términos fotográficos son para sufrirlos también en una mezcla de pasión, tesón, esfuerzo, búsqueda, mientras te embarga esa sensación de satisfacción por estar haciendo lo que verdaderamente quieres mientras una leve presión te atenaza por obtener un buen trabajo.
Vamos a ver si entre todos podemos exponer esos viajes que nos han marcado o eso viajes que tenemos previstos realizar en algún momento aunando las dos cosas, el propio viaje y su excusa para fotografiarlo o viceversa.
De postre os dejo una foto que llevo grabada a fuego en el corazón:
Saludos cordiales.